domingo, 20 de marzo de 2011

La Caida de Constantinopla

 ALUMNOS DEL SAGRADO... ACA LO ULTIMO DE ROMA!!!!!  La caída de Constantinopla en mano de los turcos otomanos

Breve reseña

La caída de Constantinopla se produjo en Mayo de 1453, y es considerado como un hecho histórico que marcó el fin de la Edad Media en Europa y del Imperio Bizantino y de la cultura clásica.


Principales características del Contexto mundial


• Constantinopla era, hasta el momento de su "caída", una de las ciudades más importantes del mundo.

• Localizada sobre el estrecho del Bósforo en dirección a Anatolia, funcionaba como un puente para las rutas comerciales que unían Europa con Asia por tierra.

• También era el puerto principal en las rutas que iban y venían entre el Mar Negro y el Mediterráneo.


Síntesis de hechos históricos que culminan con la caída de Constantinopla



• Pérdida de territorios por parte del Imperio Bizantino, desde varios siglos atrás, debido al empuje de pueblos y estados musulmanes, en Oriente Medio y en África.

• Invasión otomana en Europa: Los otomanos ya habían impuesto su fuerza al desvalido Imperio Bizantino, tomando sus últimas ciudades asiáticas de Bursa, Nicea y Nicomedia. El clérigo bizantino Cantacuzeno, pidió auxilio a los otomanos y en 1351 hizo una tercera alianza con los turcos para ayudarlo en la guerra civil provocada entre sus partidarios y los seguidores del príncipe Juan. En este acuerdo, Cantacuzeno prometió a los otomanos la posesión de una fortaleza del lado europeo del estrecho de los Dardanelos: la primera ocupación de una civilización asiática en Europa desde el asedio persa a Grecia, más de 2.000 años atrás. Entretanto, el príncipe otomano Suleimán decidió reforzar su posición tomando la ciudad de Gallípoli, estableciendo el control sobre toda la península y una base estratégica para la expansión del Imperio Otomano en Europa. Cuando Cantacuzeno exigió la devolución de la ciudad, los otomanos se volvieron en contra de Constantinopla.

• Constantinopla es cercada en distintas oportunidades por los otomanos (1391, 1396 y 1422) resistiendo y logrando sobrevivir.

• Búsqueda de apoyo en el Occidente: El cisma entre las Iglesias católicas Romana y Ortodoxa había mantenido a Constantinopla distante de las naciones occidentales e, incluso durante los asedios de los turcos musulmanes, no había conseguido más que indiferencia de Roma y sus aliados.

• En 1451 el sultán Murad II murió, siendo sucedido por su joven hijo Mehmed II. Inicialmente, Mehmed prometió no violar el territorio bizantino. Esto aumentó la confianza de Constantino XI que, en el mismo año, se sintió seguro y suficiente para exigir el pago de una renta anual para la manutención de un oscuro príncipe otomano, mantenido como rehén, en Constantinopla. Furioso, más por el ultraje que por la amenaza a su pariente en sí, Mehmed II ordenó los preparativos para un asedio completo a la capital bizantina.


Preparativos militares


Los bizantinos, ahora, con la simpatía de las naciones occidentales, enviaron mensajeros a dichas naciones pidiendo refuerzos y consiguiendo promesas. Consiguieron el apoyo del Papa quien remitió navíos, arqueros, armas, provisiones, soldados. Se aprestaron a la defensa con barriles de fuego griego, armas de fuego, y todos los hombres y jóvenes capaces de empuñar una espada o un arco.
Para esa época Constantino XI había hecho un censo en la ciudad para ver las fuerzas disponibles para la defensa de Constantinopla. El resultado fue decepcionante: la población apenas llegaba los 50.000 habitantes (en su máximo esplendor en el siglo V había llegado a 500.000 habitantes) y apenas había entre 5.000 a 7.000 soldados para la defensa.
Los otomanos, construyeron rápidamente una muralla 10 kilómetros al norte de Constantinopla . Mehmed II sabía que los asedios anteriores habían fracasado porque la ciudad recibía suministros a través del mar y entonces trató de bloquear las dos entradas, la del Mar Negro, con una fortaleza armada con tres cañones en el punto más estrecho de la orilla del Bósforo, y con por lo menos 125 navíos ocupando los Dardanelos, el Mar de Mármara y el oeste del Bósforo.
Reunió un ejército estimado en 100.000 soldados, 80.000 de los cuales eran combatientes turcos profesionales; los demás, reclutas capturados en campañas anteriores, mercenarios, aventureros, voluntarios y renegados cristianos, los cuales serían empleados en los asaltos directos.
Contaba con un cañón de nueve metros de longitud,llamado Gran Bombarda(cañon de asedio utilizado para derribar murallas), el cual fue llevado a las cercanías de Constantinopla empujado por varios cientos de bueyes y auxiliado por un contingente de 100 hombres a la velocidad de 2 km por día.


Comienzo del sitio


El sitio comenzó oficialmente el 6 de abril de 1451, cuando el gran cañón disparó el primer tiro.
La muralla, hasta entonces imbatida, no había sido construida para soportar ataques de artillería, y en menos de una semana comenzó a ceder. Todos los días, al anochecer, los bizantinos se escabullían fuera de la ciudad para reparar los daños causados por el cañón con sacos y barriles de arena, piedras despedazadas de la propia muralla y empalizadas de madera, mientras los defensores se defendían con sus arqueros mediante lanzamientos de flechas y con ballesteros de dardos.
Este ataque inicial se restringió casi solamente a un frente, lo que facilitó tiempo y mano de obra suficientes a los bizantinos para soportar el asedio.
Días después, se produce la llegada de los navíos enviados por el Papa, además de otro navío griego con grano de Sicilia, que atravesaron el bloqueo de los Dardanelos.
Imposibilitados para atravesar la cadena que cerraba el Cuerno de Oro, el sultán ordenó la construcción de un camino de rodadura al norte de Pera, por donde sus navíos podrían ser empujados por tierra, evitando la barrera.
Bombardeados diariamente en dos frentes. La mano de obra estaba sobrecargada, los soldados cansados y los recursos escaseaban. El mismo Constantino XI coordinaba las defensas, inspeccionaba las murallas y animaba a las tropas por toda la ciudad.


Malos Presagios


La resistencia de Constantinopla comenzó a decaer cuando cundió el desánimo causado por una serie de malos presagios. En la noche del 24 de mayo hubo un eclipse lunar, recordando a los bizantinos una antigua profecía de que la ciudad sólo resistiría mientras la Luna brillase en el cielo. Al día siguiente, durante una procesión, uno de los íconos de la Virgen María cayó al suelo. Luego, de repente, una tempestad de lluvia y granizo inundó las calles. Los navíos prometidos por los venecianos todavía no habían llegado y la resistencia de la ciudad estaba al límite.


El asalto final


Durante esa madrugada del día 29 de mayo de 1453, el sultán otomano Mehmed lanzó un ataque total a las murallas, compuesto principalmente por mercenarios y prisioneros, concentrando el ataque en el valle del Lico.
Es muerto Constantino XI y sin su liderazgo, los soldados griegos lucharon desordenadamente contra los disciplinados turcos. Su cabeza fue decapitada y capturada por los turcos, mientras que su cuerpo era enterrado en Constantinopla con todos los honores.
Mehmed II entró en la ciudad por la tarde, y ordenó que la catedral fuese consagrada como mezquita, después de haber pasado un buen rato en ella en silencio y rezando con dirección hacia La Meca.
Constantinopla fue llamada desde ese entonces Estambul y pasó a ser la capital de un nuevo imperio que llegaría hasta las mismas puertas de Viena, el Imperio Otomano.


Consecuencias de la caída para el mundo europeo y cristiano


La caída de Constantinopla causó una gran conmoción en Occidente; se creía que era el principio del fin del cristianismo.
Con Constantinopla, y por ende el Bósforo, bajo dominio musulmán, el comercio entre Europa y Asia declinó súbitamente. Ni por tierra ni por mar los mercaderes cristianos conseguirían pasaje para las rutas que llevaban a la India y a China, de donde provenían las especias usadas para conservar los alimentos, además de artículos de lujo, y hacia donde se destinaban sus mercancías más valiosas.
De esta manera, las naciones europeas iniciaron proyectos para el establecimiento de rutas comerciales alternativas. Portugueses y españoles aprovecharon su posición geográfica junto al Océano Atlántico para tratar de llegar a la India por mar. Los portugueses trataron de llegar a Asia circunnavegando África, intento que culminó con el viaje de Vasco da Gama entre 1497-1498. En cuanto a España, los Reyes Católicos financiaron la expedición del navegante Cristóbal Colón, quien veía una posibilidad de llegar a Asia por el oeste, a través del Océano Atlántico, intento que culminó en 1492 con el arribo a América, dando inicio al proceso de ocupación del Nuevo Mundo. Los dos países, otrora sin mucha expresión en el escenario político europeo, ocupados como estaban en la Reconquista, se convirtieron en el siglo XVI en las naciones más poderosas del mundo, estableciendo un nuevo orden mundial.
Se produjo la huida de numerosos sabios griegos a las cortes italianas de la época, lo que auspició en gran medida el Renacimiento.

El helenismo, que desde hacía más de dos mil años brillaba en Europa, con luz propia primero en Grecia, luego en Roma y finalmente en Bizancio que es lo mismo que Roma, se vio sometido definitivamente y estuvo oculto en la Europa oriental durante más de cuatrocientos años.

El cristianismo ortodoxo, por el contrario, conservó ciertos privilegios, mantuvo intactas las costumbres religiosas bizantinas y se constituyó en el estandarte del helenismo, constituyendo una importante fuerza aglutinante que alivió la carga que el pueblo griego llevaba sobre él bajo el mandato turco, inclusive fue importante para las naciones de raíz eslava que habían nacido bajo la gran influencia de Bizancio, como ser Bulgaria y Servia, que fueron formando desde la ortodoxia su propia identidad, garantía de su libertad en el futuro.

El imperio romano había caído de forma definitiva, ya no podría nunca más renacer de sus cenizas, porque éstas habían sido esparcidas por los aires, desintegrándose para siempre.

Mientras tanto, la ciencia de los griegos, esa que determinaba el saber del ser humano y hacía la diferencia con los demás pueblos, estaba siendo descubierta por los occidentales, en gran parte gracias a los sabios bizantinos que huían de los Balcanes desde hacía más de un siglo, despojados por los turcos, y que esparcían sus conocimientos junto con los sabios escritos de los filósofos por toda Italia y desde allí a los demás países.

La cristiandad quedó para siempre dividida a partir de entonces, con una parte, la occidental, libre para establecer sus modos de vida, para generar ese maravilloso renacimiento, para crear sus propias costumbres y hacer nacer a las naciones que hoy son las más avanzadas en el mundo, mientras que la otra, la oriental, estaba cada vez más bajo el dominio turco, servía al imperio otomano, y solamente existía bajo su autoridad.

Las consecuencias de la caída para el mundo europeo y cristiano

«La ruina de Constantinopla, tan funesta como previsible, constituyó una gran victoria para los turcos, pero también el final de Grecia y la deshonra de los latinos. Por ella, la fe católica fue atacada, la religión confundida, el nombre de Cristo insultado y envilecido. De los dos ojos de la cristiandad, uno quedó ciego; de sus dos manos, una fue cortada. Con las bibliotecas quemadas y los libros destruidos, la doctrina y la ciencia de los griegos, sin las que nadie se podría considerar sabio, se desvaneció».
Juan Dlugosz, historiador de la época


En un principio, el día después de la toma de Constantinopla por parte de los turcos constituyó el comienzo de una nueva era para todo el mundo conocido.
El Helenismo, que desde hacía más de dos mil años brillaba en Europa, con luz propia primero en Grecia, luego en Roma y finalmente en Bizancio que es lo mismo que Roma, se vio sometido definitivamente y estuvo oculto en la Europa oriental durante más de cuatrocientos años.
El cristianismo ortodoxo, por el contrario, conservó ciertos privilegios, mantuvo intactas las costumbres religiosas bizantinas y se constituyó en el estandarte del Helenismo, constituyendo una importante fuerza aglutinante que alivió la carga que el pueblo griego llevaba sobre él bajo el mandato turco, inclusive fue importante para las naciones de raíz eslava que habían nacido bajo la gran influencia de Bizancio, como ser Bulgaria y Servia, que fueron formando desde la ortodoxia su propia identidad, garantía de su libertad en el futuro.
Finalmente, el Imperio Romano había caído de forma definitiva, ya no podría nunca más renacer de sus cenizas, porque éstas habían sido esparcidas por los aires, desintegrándose para siempre.
Mientras tanto, la ciencia de los griegos, esa que determinaba el saber del ser humano y hacía la diferencia con los demás pueblos, estaba siendo descubierta por los occidentales, en gran parte gracias a los sabios bizantinos que huían de los Balcanes desde hacía más de un siglo, despojados por los turcos, y que esparcían sus conocimientos junto con los sabios escritos de los filósofos por toda Italia y desde allí a los demás países.
Efectivamente la cristiandad quedó para siempre dividida a partir de entonces, con una parte, la occidental, libre para establecer sus modos de vida, para generar ese maravilloso renacimiento, para crear sus propias costumbres y hacer nacer a las naciones que hoy son las más avanzadas en el mundo, mientras que la otra, la oriental, estaba cada vez más bajo el dominio turco, servía al Imperio Otomano, y solamente existía bajo su autoridad.
Por otra parte, occidente tuvo que aprender a vivir consigo mismo para poder hacer frente al creciente peligro turco, por lo tanto la relación entre los distintos estados occidentales se fue haciendo más armoniosa y toda Europa consiguió un mayor equilibrio, necesario para vencer en una guerra permanente y sin la presencia tranquilizadora del «cismático» Imperio Bizantino, el cual había logrado mucho antes ese mismo equilibrio para luchar contra el infiel con éxito por más de mil años.
Europa debió esforzarse durante más de dos siglos hasta poder doblegar al Imperio Otomano, y eso sólo fue un factor que hizo que los estados occidentales evolucionaran lo suficiente y maduraran como para contrarrestar el gran peligro turco.

1 comentario:

  1. Profe menos mal que me avisaron que ya lo subieron, porque hoy Domingo no hubiera entrado :P

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